GELATINAS, VENCER AL PECADO

Cuando estamos en un proceso de adelgazamiento, una de las luchas más constantes es lidiar con esos pequeños antojos que surgen a lo largo del día. Es cierto que al usar Tirzepatida, esa sensación es muchísimo menor, pero a veces, y según pasan los días y nos acercamos al día de nueva inyección si que puede aparecer esa necesidad de «comer algo» y parece imposible de ignorar. Para mí, la solución ha sido la gelatina 0% sin calorías, y quiero compartir esto por qué creo que puede ser también una gran herramienta para ti.

Lo que me encanta de la gelatina 0% es que es funciona estupendamente para calmar esa sensación y no importa las que quieras, tienen cero calorías y es prácticamente agua. Tienes la sensación de estar comiendo algo, dándole a tu cuerpo esa textura y ese toque de dulzura que a veces necesita, pero sin añadir una sola caloría. Es perfecta para esos momentos entre comidas en los que solo necesito calmar mis ganas de picar sin arruinar mi progreso.

¿Te pasa lo mismo? A mí me ocurre sobre todo a media tarde, o cuando tengo un poco más de trabajo y me noto con algo más de estrés ahí es cuando me da ese antojo por algo dulce. Pero, con la gelatina 0%, no tengo que preocuparme por estar sumando calorías innecesarias. Y lo mejor es que hay tantos sabores disponibles, que es casi como si estuviera disfrutando de un postre diferente cada día. ¿Prefieres fresa, limón, piña o incluso uva? ¡Hay para todos los gustos!

He pasado por varias opciones de gelatinas y, aunque todas pueden tener un lugar en mi plan, he aprendido a elegirlas según lo que necesito en cada momento. La gelatina 0% sin calorías es mi favorita, yo la compro en Mercadona . Comparada con una gelatina tradicional, la diferencia es bastante notable. Mientras que una porción de gelatina regular puede tener entre 50 y 100 calorías – sin contar las versiones con azúcar o las que vienen con crema o frutas – la 0% es una opción completamente libre de remordimientos.

Pero no siempre busco la opción 0%. A veces, prefiero optar por gelatinas bajas en calorías, que suelen tener entre 10 y 20 calorías por porción. Estas versiones son ideales cuando quiero algo un poquito más denso en sabor o cuando simplemente necesito variar. A veces, el simple hecho de cambiar de una gelatina 0% a una baja en calorías ya me da una sensación de estar probando algo diferente, sin salir de mi plan de calorías.

Ahora, si lo que busco es maximizar el valor nutricional de mis snacks, las gelatinas con proteínas son otro recurso que no puedo dejar de mencionar. Estas gelatinas han cambiado por completo mi manera de ver estos pequeños postres. No solo me ofrecen ese toque dulce y refrescante que busco, sino que además me aportan un extra de proteínas, que es fundamental cuando mi objetivo también es mantener o aumentar masa muscular.

En el mercado hay varias opciones de gelatinas con proteínas. Algunas aportan hasta 10 gramos de proteína por porción, lo que es bastante bueno, especialmente si estás haciendo ejercicio de fuerza o si simplemente necesitas cumplir con tu cuota proteica diaria. Me gusta tomarlas después de entrenar o como merienda a media tarde. Así, además de calmar mis antojos, sé que estoy dándole a mi cuerpo los nutrientes que necesita para recuperarse y estar en forma.

Eso sí, hay que tener en cuenta que algunas versiones de gelatinas con proteínas pueden tener más calorías, por lo que siempre es buena idea revisar las etiquetas. Personalmente, prefiero las que son bajas en calorías y con edulcorantes, que suelen tener un perfil calórico mucho más ajustado sin sacrificar sabor ni beneficios.

Con tantas opciones disponibles, he aprendido a escoger la gelatina adecuada para cada momento según lo que mi cuerpo y mi plan de comidas me piden en ese instante.

1. Gelatina 0% sin calorías: Mi opción cuando quiero disfrutar de algo dulce sin sumar calorías. Ideal para esos momentos de ansiedad entre comidas o cuando quiero algo ligero después de cenar. Además, es genial como postre para cerrar el día sin sentir que he sobrepasado mis límites.
2. Gelatina baja en calorías: Cuando busco algo un poco más consistente en sabor pero que siga siendo bajo en calorías, me inclino por esta opción. Suele tener un poco más de cuerpo y, aunque aporta unas pocas calorías, sigue siendo totalmente compatible con mi plan de adelgazamiento.
3. Gelatinas con proteínas: Estas son mis favoritas después de entrenar o en días donde siento que necesito aumentar mi ingesta proteica. Aportan proteínas de alta calidad, lo que no solo me ayuda a mantenerme saciada por más tiempo, sino que también contribuye a la recuperación y mantenimiento muscular. Son como el snack perfecto cuando quiero algo dulce pero funcional.

¿Por qué la gelatina se ha vuelto parte de mi rutina diaria?
Además de los beneficios nutricionales, la gelatina tiene una cualidad increíble: ¡es divertida! No es solo un snack, es una experiencia. La textura, los sabores, la frescura, todo contribuye a que sea algo que realmente disfruto, y eso es clave cuando estamos en un plan de pérdida de peso. No se trata de solo «aguantar», sino de encontrar maneras de disfrutar el proceso sin sentir que estamos renunciando a todo lo que nos gusta.

Y lo mejor de todo es que puedo preparar varias porciones a la vez y tenerlas listas en la nevera para esos momentos en los que simplemente necesito algo rápido. Así, no caigo en tentaciones de snacks menos saludables que siempre parecen estar al acecho.

Con tantas opciones de gelatina en el mercado, puedo adaptarlas a mis necesidades diarias y mantenerme en control. Así que, si aún no has probado incluir gelatina en tu rutina, te lo recomiendo. Para mí, ha sido un salvavidas en más de una ocasión, y lo mejor es que puedo disfrutarla de muchas maneras diferentes sin culpa.